El cine argentino va a la escuela
Es un programa educativo que pretende que el cine llegue a los chicos de las escuelas más alejadas de la posibilidad de acceso al séptimo arte. La Asociación de Directores Cinematográficos (DAC) es quien lleva a cabo esta propuesta desde 2014. El objetivo del proyecto es acercar el cine argentino a los chicos que por motivos económicos o de hábitos culturales no pueden acceder.
La modalidad es lo más interesante de la propuesta ya que no solo les lleva la película, sino la experiencia de la sala de cine, la pantalla gigante, la oscuridad, todo lo que conforma el “ir al cine”, que es lo que los chicos perdieron, fundamentalmente por los nuevos hábitos de consumo que hacen que los contenidos audiovisuales se consuman en el hogar e incluso en los teléfonos móviles.
Luego de la proyección de la se hacen debates de los que participan alumnos y docentes, y que incluyen algún miembro del casting o de la producción, lo que hace más atrayente esa charla posterior.
Una semana por mes la dedican a hacer este recorrido por las escuelas, que es financiado por la institución y que incluye también donaciones de equipos de proyección, para que puedan seguir replicando la experiencia en la escuela.
La forma de selección de las instituciones también es muy interesante ya que se realiza en base a los pedidos de los directivos o dencentes de la institución, quienes también participan del proceso de selección de las películas, lo ques muy interesante ya que puede tomar como punto de partida el film seleccionado para poder realizar actividades en distintas asignaturas, generando un vínculo aún mayor de los alumnos con el cine.
Los beneficiarios de este interesante programa son en su mayoría colegios secundarios del interior del país, son instituciones públicas y mayormente rurales, esto implica una interrelación diferente entre los chicos y los miembros del DAC que participen de la experiencia, la vivencia de la experiencia es muy diferente de la que se puede dar en un colegio más urbano, habituado al fácil acceso a una sala de cine, para estos chicos es algo especial, diferente, les permite acceder no solo a la proyección de la película, sino al contacto con quienes fueron partes de ella y eso es algo que llama muchísimo su atención.
La modalidad es lo más interesante de la propuesta ya que no solo les lleva la película, sino la experiencia de la sala de cine, la pantalla gigante, la oscuridad, todo lo que conforma el “ir al cine”, que es lo que los chicos perdieron, fundamentalmente por los nuevos hábitos de consumo que hacen que los contenidos audiovisuales se consuman en el hogar e incluso en los teléfonos móviles.
Luego de la proyección de la se hacen debates de los que participan alumnos y docentes, y que incluyen algún miembro del casting o de la producción, lo que hace más atrayente esa charla posterior.
Una semana por mes la dedican a hacer este recorrido por las escuelas, que es financiado por la institución y que incluye también donaciones de equipos de proyección, para que puedan seguir replicando la experiencia en la escuela.
Los beneficiarios de este interesante programa son en su mayoría colegios secundarios del interior del país, son instituciones públicas y mayormente rurales, esto implica una interrelación diferente entre los chicos y los miembros del DAC que participen de la experiencia, la vivencia de la experiencia es muy diferente de la que se puede dar en un colegio más urbano, habituado al fácil acceso a una sala de cine, para estos chicos es algo especial, diferente, les permite acceder no solo a la proyección de la película, sino al contacto con quienes fueron partes de ella y eso es algo que llama muchísimo su atención.